No creas una palabra de lo que te voy a decir, en serio, no me creas. Y no lo digo yo, lo dice T. Harv Eker, autor del libro «Los secretos de la mente millonaria». Sin embargo, tengo la creencia de que, si usas los principios expuestos a continuación, transformarás totalmente tu vida. Ya que, en lo referente al dinero, posiblemente sea lo más importante que alguien te dirá. Lo que te voy a contar proporciona el eslabón que falta entre tu deseo de lograr el éxito y el propio éxito. Para empezar, debes entender lo siguiente:
«Si tu patrón subconsciente del dinero no está establecido para el éxito, nada de lo que aprendas, nada de lo que sepas y nada de lo que puedas lograr, hará realmente una diferencia».
Contenidos
El patrón del dinero
La inmensa mayoría de la gente sencillamente no posee la capacidad interna necesaria para crear y conservar grandes sumas de dinero, ni para afrontar el mayor número de retos que siempre acompañan al hecho de tener más dinero y más éxito. Y esa es la principal razón por la que no tienen más dinero.
Un ejemplo perfecto son los que ganan la lotería. Las investigaciones han demostrado una y otra vez que, independientemente del tamaño de sus ganancias, la mayoría de las personas que ganan en la lotería al final acaban volviendo a su estado económico original, es decir, a la situación que les resulta más cómoda manejar.
Por otro lado, a los millonarios que se han hecho a sí mismos les sucede justamente lo contrario. Fíjate que cuando ellos pierden su dinero, generalmente lo recuperan en un tiempo relativamente corto.
Vivimos en un mundo de causas y efectos. El dinero es un resultado, la riqueza es un resultado, la salud es un resultado, la enfermedad es un resultado y tu peso también es un resultado.
Nuestro mundo externo es solamente el resultado de nuestro mundo interno. Si las cosas no van bien en nuestra vida exterior, sucede porque las cosas no están bien en nuestra vida interior. Y la única manera de cambiarlas es cambiando nuestro mundo interior primero.
Nuestra existencia tiene lugar en al menos cuatro reinos: el mundo físico, el mundo mental, el mundo emocional y el mundo espiritual. Es sumamente importante entender que el mundo físico, el que podemos ver, solamente es consecuencia de los otros tres.
El árbol de la vida
Piensa en un árbol. Y supongamos que representa al árbol de la vida. En él hay varios frutos. En la vida, a nuestros frutos se los denomina «nuestros resultados». Pero miramos los frutos y no nos gustan: no hay suficientes, son demasiado pequeños o no saben bien.
Entonces, ¿qué solemos hacer? La mayoría de nosotros pone aún más atención y concentración en los frutos, en los resultados. Pero ¿qué es lo que en realidad crea esos frutos? Lo que crea esos frutos son las semillas y las raíces.
La transformación interior
Es lo que hay bajo el suelo lo que crea aquello que está por encima de él. Lo que no se ve es lo que crea lo que sí se ve. Y eso significa que, si quieres cambiar los frutos, tendrás que modificar primero las raíces.
Si quieres cambiar lo visible, antes deberás transformar lo invisible.
Estamos determinados por nuestro patrón interno del dinero, el cual establece nuestros resultados financieros visibles.
El proceso de manifestación
Hay una fórmula muy importante para entender cómo creamos nuestra realidad y situación financiera. Se trata del «Proceso de Manifestación», y se expresa del modo siguiente:
P => S => A = R
Los pensamientos llevan a sentimientos. Los sentimientos llevan a las acciones, y las acciones llevan a resultados.
Todo proviene de los pensamientos.
Y ¿de dónde vienen nuestros pensamientos? ¿Cómo se formó nuestro patrón del dinero?
La programación del pasado
Tus pensamientos y patrón financiero reflejan principalmente la información o «programación» que recibiste en el pasado, y especialmente de niño, cuando eras todavía muy pequeño. Por eso a menudo se la denomina la mente condicionada. Para reflejar esto, podemos corregir la fórmula del Proceso de Manifestación dejándola de la siguiente forma:
Pr => P => S => A = R
Donde Pr se refiere a la programación que has recibido en el pasado, la cual puede venir en forma de educación y experiencias del pasado. Por tanto:
Tu programación lleva a tus pensamientos. Los pensamientos llevan a sentimientos. Los sentimientos llevan a acciones, y las acciones llevan a resultados.
Solo por medio de la transformación de nuestra programación es que seremos capaces de dar el primer paso hacia nuevos resultados. Pero antes de eso, debemos entender que estamos condicionados de tres formas esenciales en todos los ámbitos de la vida, incluido el dinero.
- Programación verbal: ¿Qué oías cuando eras pequeño?
- Modelos de referencia: ¿Qué veías cuando eras pequeño?
- Incidentes concretos: ¿Qué experimentaste cuando eras pequeño?
Programación verbal
Escribe todas las afirmaciones que oías acerca del dinero, la riqueza y la gente rica cuando eras niño. ¿Oíste alguna vez expresiones como «el dinero es el origen de todos los males», «los ricos son avariciosos y mezquinos», «los ricos son malvados», «está podrido de dinero», «para juntar algún dinero tienes que matarte a trabajar», «el dinero no crece en los árboles», «la felicidad no puede comprarse», «poderoso caballero es don Dinero», «los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres», «no todo el mundo puede ser rico», «nunca se puede llegar a todo», y la infame «eso no es para nosotros».
Aquí reside el problema: todas las afirmaciones que oíste sobre el dinero cuando eras niño permanecen en tu subconsciente como parte del patrón que está rigiendo tu vida económica. ¿Cómo crees que han afectado dichas afirmaciones a tu economía?
Pero… ¿te das cuenta de que esos pensamientos representan únicamente lo que aprendiste y no forman parte de ti? ¿Te das cuenta de que en el momento presente tienes la opción de ser distinto?
Modelos de referencia
En términos financieros, la mayoría de nosotros tendemos a ser como uno de nuestros padres o tutores. A menos que tú quieras adoptar una actitud totalmente opuesta, debido a la ira o la rebelión, serás muy parecido a cómo fueron tus padres. Por lo tanto, es interesante descubrir cómo se comportaron nuestros padres. ¿Ellos eran gastadores o ahorradores? ¿Invirtieron sabiamente o no del todo? ¿Tomaron riesgos o fueron conservadores? ¿Tenían dinero en el banco o esto era algo esporádico para ellos? ¿El dinero era fuente de alegría para ellos o causa de discusiones? ¿El dinero llegaba fácilmente o de forma difícil?
Escribe el efecto que han tenido esos modelos de referencia en tu vida financiera. Y verás que este modo de ser es solo algo que aprendiste. Entonces te darás cuenta de que en el momento presente tienes la opción de ser distinto.
Incidentes concretos
La experiencia que hemos tenido en relación a personas ricas, dinero o riqueza cuando fuimos niños formará las creencias que tengamos en la adultez. Dependiendo de si asociamos el dinero con placer, libertad, seguridad u cualquier otra cosa, nos comportaremos de manera diferente en términos financieros.
Si tú asocias el dinero con experiencias negativas, hay altas probabilidades de que tengas problemas para ganar dinero o para conservarlo. Por otra parte, si el dinero es una fuente de recuerdos placenteros, ciertamente te será más fácil atraerlo hacia ti.
En el mismo sentido, la razón o motivación que tengas para ganar dinero o lograr éxito es vital. Si tu motivación para adquirirlo procede de una raíz no productiva, como el miedo, la rabia o la necesidad de «demostrar lo que vales», el dinero nunca te reportará felicidad.
¿Por qué? Porque no puedes solucionar ninguna de estas cuestiones con dinero. El dinero solamente acentúa lo que ya está allí.
Por ejemplo, si es miedo lo que tienes, más dinero solamente cambiará el tipo de miedo que tendrá que ser enfrentado. En vez de estar temeroso de no tener suficiente, tú tendrás miedo de que te ataquen, te roben, tendrás miedo de perder todo lo que tienes. A menos que enfrentes el miedo en su raíz, ningún monto de dinero será capaz de ayudarte.
Estrategias para el cambio a una mente millonaria
Déjame mostrarte cuatro estrategias fundamentales para transformar nuestros patrones mentales acerca del dinero. Cada una de ellas es esencial en la reprogramación de tu patrón financiero. Son sencillas, pero profundamente poderosas.
La primera estrategia para el cambio es la conciencia: No puedes cambiar algo a menos que conozcas su existencia. Ante todo, para ser capaces de cambiar de actitud, te debes dar cuenta de cómo funciona tu conducta. Por lo tanto, es necesario mirar dentro de nosotros mismos y examinarnos para identificar nuestros pensamientos, miedos, creencias, hábitos, e incluso a nosotros mismos en nuestras acciones.
La segunda estrategia para el cambio es el entendimiento. Debemos tratar de entender de dónde vienen nuestros pensamientos. Reconocemos que estos no proceden de manera directa de nosotros mismos y que no son parte integral de nuestro ser. Es solamente un archivo que fue clasificado en nuestra mente hace mucho tiempo.
La tercera estrategia para el cambio es la disociación. Desde el momento en que nos damos cuenta de que nuestra manera de pensar es externa a nosotros, podemos decidir mantenerla o dejarla ir, basándonos en quién eres hoy y en dónde quieres estar mañana.
Finalmente, la cuarta estrategia para el cambio es la declaración. De manera formal expresaremos nuestra intención de hacer o ser algo, y tomaremos las acciones necesarias para convertir esas intenciones en realidad. Una declaración es una afirmación positiva que se expresa abiertamente y con convicción, esto envía un poderoso mensaje a nuestro subconsciente y libera una fuerte energía en todo nuestro cuerpo.
El reto de cuestionar tu patrón del dinero
Después de asimilar todo lo que hemos visto, te reto a cuestionar cuál es tu patrón del dinero. Para responder a este reto, te sugiero que examines tus resultados.
Evalúa tu cuenta de ahorros. Evalúa tu ingreso y tu riqueza neta. Evalúa tu éxito en los negocios. Evalúa si estás gastando o ahorrando dinero. Evalúa si estás administrando bien tu dinero. Evalúa si eres consistente o inconsistente. Evalúa si trabajas duro para ganar dinero. Y evalúa tus relaciones a la luz del dinero.
Y si no estás feliz con los resultados, debes saber que «la única manera de cambiar tu éxito financiero de manera estable es resetear tu termostato financiero, tu patrón interno del dinero». Para ello, debes ser consciente y observar tus pensamientos y acciones para que en el momento actual puedas vivir eligiendo, en lugar de ser dirigido por programaciones del pasado.
¿Recuerdas que al principio del post te sugería que no creyeses ni una palabra de lo que te dijera? Bien, si de verdad quieres despegar en tu vida, no creas ni una palabra de lo que tú digas. Y si quieres iluminación instantánea, no te creas ni un pensamiento de los que tengas. Mientras tanto, si eres como la mayoría de la gente y vas a creerte algo, más vale que adoptes creencias que te ayuden, creencias ricas. Recuerda: los pensamientos llevan a sentimientos, estos llevan a acciones y estas a resultados.
Puedes optar por pensar y actuar como lo hace la gente rica y, por lo tanto, crear los resultados que crean los ricos. La pregunta es: ¿Cómo piensa y actúa la gente rica? Eso es exactamente lo que descubrirás en este artículo: Los Secretos de la Mente Millonaria: Como piensan los ricos, donde se explica los 17 archivos de riqueza que propone T Harv Eker. Y si quieres cambiar tu vida económica para siempre, te sugiero que lo leas.
Si lo que te interesa después de leer este post es saber más sobre el libro, lo puedes encontrar aquí o escuchar la versión en audiolibro de Los secretos de la mente millonaria con el periodo de prueba gratis de audible, una plataforma altamente recomendada.