Stephen Covey Revela Como Se Forja El Carácter

Una pintura al acuarela de un hombre con traje las palabras “ética”, “carácter” y “personalidad” en el lado derecho, representando las ideas centrales tratadas por Stephen Covey

¿Qué te hace ser una persona efectiva? ¿Qué principios rigen tu vida y tus decisiones? ¿Qué valores te impulsan a actuar de una manera u otra? Estas son algunas de las preguntas que plantea Stephen Covey en su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, una obra que se ha convertido en un referente para el desarrollo personal y profesional.

Pero en este artículo no vamos a profundizar en Los siete hábitos. Lo que pretendo explicarte aquí es un concepto clave que introduce Covey en su libro: la diferencia entre la ética del carácter y la ética de la personalidad.

Según Covey, la ética del carácter es el conjunto de principios básicos que gobiernan la efectividad y el desarrollo humano. Son valores universales y atemporales, como la integridad, la humildad, la fidelidad, el valor, la justicia, la paciencia, el esfuerzo y la simplicidad. Estos principios son los que cimientan la felicidad y el éxito duraderos.

La ética de la personalidad, en cambio, es el conjunto de arreglos transitorios y superficiales, a veces manipuladores, para obtener el éxito. Son actitudes, conductas, habilidades, técnicas de interacción interpersonal, estrategias de influencia y actitud mental positiva. Estos elementos son útiles y necesarios, pero no suficientes ni permanentes. Son rasgos secundarios, no primarios.

Covey afirma que en los últimos tiempos se ha producido un cambio de paradigma en nuestra sociedad, pasando de una ética del carácter a una ética de la personalidad. Esto se debe a que vivimos en una cultura mediática e inmediatista, que nos vende fórmulas mágicas y soluciones rápidas para nuestros problemas. Sin embargo, esta ética de la personalidad es ilusoria y engañosa: es imposible violar, ignorar o abreviar el proceso de desarrollo humano.

¿Por qué es importante tener una ética del carácter?

La razón por la que es importante tener una ética del carácter es porque los principios son leyes naturales que no podemos cambiar ni controlar. Son como la gravedad o el magnetismo: funcionan independientemente de nuestra voluntad o conocimiento. Si los ignoramos o violamos, sufrimos consecuencias negativas. Si los respetamos y aplicamos, obtenemos beneficios positivos.

Covey pone como ejemplo el principio de la cosecha: lo que sembramos es lo que cosechamos. Si sembramos buenos hábitos, cosechamos buenos resultados. Si sembramos malos hábitos, cosechamos malos resultados. No podemos pretender que vamos obtener algo diferente a lo que hemos sembrado.

Otro ejemplo es el principio de la integridad: ser honestos con nosotros mismos y con los demás. Si somos íntegros, generamos confianza y credibilidad. Si no somos íntegros, generamos desconfianza y rechazo. No podemos engañar a los demás sin engañarnos a nosotros mismos.

“No podemos engañar a nadie sin engañarnos a nosotros mismos primero”
Jean-Paul Sartre

Los principios son el fundamento de nuestro carácter, que es lo que somos realmente. Nuestro carácter determina nuestra efectividad en todas las áreas de nuestra vida: personal, familiar, profesional y social. Si tenemos un carácter sólido y coherente con los principios, tendremos una vida plena y feliz. Si tenemos un carácter débil e incoherente con los principios, tendremos una vida vacía e infeliz.

¿Cómo podemos desarrollar una ética del carácter?

La forma de desarrollar una ética del carácter es mediante la práctica de los 7 hábitos que Covey propone en su libro. Estos hábitos son:

  • Ser proactivo: Tomar la iniciativa y responsabilidad de nuestra vida.
  • Comenzar con un fin en mente: Tener una visión clara y un propósito definido de lo que queremos lograr.
  • Poner primero lo primero: Priorizar y organizar nuestras actividades en función de su importancia y urgencia.
  • Pensar en ganar/ganar: Buscar el beneficio mutuo en nuestras relaciones con los demás.
  • Buscar primero comprender, luego ser comprendido: Escuchar con empatía y comunicar con efectividad.
  • Sinergizar: Valorar y aprovechar la diversidad y la creatividad para crear soluciones mejores que las individuales.
  • Afilar la sierra: Renovar y equilibrar nuestros recursos físicos, mentales, emocionales y espirituales.

Estos hábitos nos ayudan a pasar de la dependencia a la independencia, y de la independencia a la interdependencia. Es decir, nos ayudan a ser personas maduras, autónomas y cooperativas, capaces de crear valor para nosotros mismos y para los demás.

¿Qué beneficios obtenemos al aplicar los 7 hábitos de Stephen Covey?

Los beneficios que obtenemos son múltiples y variados. Algunos de ellos son:

  • Desarrollo del autoconocimiento y la capacidad de controlar las propias acciones, lo que lleva a una mayor autenticidad y congruencia.
  • Priorización de actividades basadas en valores y objetivos fundamentales, evitando la procrastinación y enfocándose en lo verdaderamente importante.
  • Creación de hábitos positivos que contribuyen a la productividad y al logro de metas a largo plazo.
  • Adopción de una mentalidad de cooperación y beneficio mutuo en las interacciones, fomentando relaciones saludables y sostenibles.
  • Desarrollo de habilidades de escucha efectiva y comunicación asertiva, facilitando relaciones más sólidas y comprensivas.
  • Fomento de una mentalidad de crecimiento continuo, estimulando el aprendizaje constante y la adaptación positiva a los cambios.

¿Cómo empezar a aplicar los 7 hábitos para desarrollar una ética del carácter?

Si te ha gustado lo que has leído hasta ahora, te invito a que empieces a aplicarlo hoy mismo. No tienes que esperar a que las circunstancias cambien o a que alguien te diga qué hacer. Tú tienes el poder de elegir cómo quieres vivir tu vida.

Para empezar, te sugiero que hagas lo siguiente:

  • Lee el libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, de Stephen Covey. Es un libro que te abrirá los ojos y te inspirará a cambiar tu forma de pensar y actuar.
  • Haz un autoanálisis de tu situación actual y define tu misión personal. ¿Qué quieres lograr en tu vida? ¿Qué valores te guían? ¿Qué roles desempeñas? ¿Qué metas tienes?
  • Elige un hábito que quieras mejorar o desarrollar y haz un plan de acción. ¿Qué acciones concretas vas a tomar para practicar ese hábito? ¿Qué obstáculos puedes encontrar? ¿Cómo los vas a superar? ¿Cómo vas a medir tu progreso?
  • Comprométete contigo mismo y con alguien más a seguir tu plan de acción. Busca el apoyo de una persona que te pueda ayudar a mantenerte enfocado y motivado. Comparte con ella tus logros y dificultades.
  • Celebra tus avances y aprende de tus errores. Reconoce tus esfuerzos y resultados. Sé flexible y adapta tu plan si es necesario. No te desanimes si fallas, aprende de la experiencia y sigue adelante.

Conclusión

En este artículo, hemos visto qué es la ética del carácter y la ética de la personalidad, como podemos desarrollar una ética del carácter, y qué beneficios obtenemos al aplicarlos.

Espero que te haya parecido útil e interesante lo que has leído, y que te animes a poner en práctica los 7 hábitos en tu vida. Te aseguro que, si lo haces, notarás una gran diferencia.

Recuerda que el cambio empieza por ti mismo. Tú eres el protagonista de tu vida. Tú tienes el poder de crear tu destino.

Así que no lo dudes más: ¡empieza hoy mismo!

¡Gracias por leerme!

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