Ley de Parkinson: Como incide en tu desempeño

Una mujer trabajando en su escritorio con un portátil y un vaso de agua

¿Alguna vez te has tenido una tarea que hacer, pero la vas postergando hasta el último momento? ¿O que te asignan un plazo para entregar un proyecto, y lo terminas justo a tiempo, aunque podrías haberlo hecho antes?

Verdad que si. No te preocupes. No eres el único que sufre de estos problemas. De hecho, son muy comunes en nuestra sociedad actual, donde vivimos bajo una constante presión y estrés.

Pero, ¿sabes qué? Hay una solución para esto. Una solución que te permitirá ser más productivo y eficiente. Una solución que se basa en una simple pero poderosa ley.

¿Qué es la Ley de Parkinson?

La Ley de Parkinson es un principio que afirma que: el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para su realización. Es decir, que si tenemos mucho tiempo para hacer algo, tendemos a usar todo ese tiempo, aunque no sea necesario. Y si tenemos poco tiempo, tendemos a simplificarla y concentrarnos en lo esencial, hasta terminarla en el tiempo que tenemos.

Esta ley fue formulada por el historiador y escritor británico Cyril Northcote Parkinson, quien la publicó por primera vez en un artículo en la revista The Economist en 1955. Parkinson se basó en su experiencia como funcionario público y en sus observaciones sobre la burocracia y la gestión del tiempo.

Por ejemplo, si tienes que escribir un informe para el trabajo, y te dan una semana de plazo, es probable que dediques los primeros días a buscar información, a organizarla, a revisarla, a hacer borradores, etc. Y es probable que dejes la redacción final para el último día, o incluso para la última hora.

Sin embargo, si te dan solo un día de plazo, es probable que te pongas manos a la obra desde el primer momento, que selecciones solo la información más relevante, que la ordenes de forma clara y concisa, y que la escribas sin demora.

En ambos casos, el resultado final puede ser el mismo, o incluso mejor en el segundo caso. Pero la diferencia es que, en el primer caso, has invertido una semana de tu tiempo, y en el segundo caso, solo un día. Y eso, sin contar el estrés y la ansiedad que te ha generado el tener una tarea pendiente durante tanto tiempo.

La Ley de Parkinson tiene varias implicaciones para nuestra vida personal y profesional. Por un lado, nos muestra cómo podemos desperdiciar tiempo y recursos si no tenemos objetivos claros y plazos razonables. Por otro lado, nos enseña cómo podemos aprovechar mejor nuestro tiempo y ser más productivos si nos imponemos plazos más cortos y realistas.

¿Cómo aplicar la Ley de Parkinson para mejorar tu productividad?

Si quieres usar la Ley de Parkinson a tu favor, y no en tu contra, te recomiendo que sigas estos consejos:

  • Define tus objetivos y prioridades. Antes de empezar cualquier tarea o proyecto, debes tener claro qué quieres lograr y por qué. Esto te ayudará a enfocarte en lo que realmente importa y a evitar distracciones o tareas innecesarias.
  • Establece plazos más cortos y realistas. Una vez que tengas tus objetivos, debes asignarte un plazo para cumplirlos. Esto te obligará a enfocarte en lo más importante, a eliminar lo superfluo y a trabajar con más intensidad y eficacia.
    Eso sí, ten en cuenta que los plazos deben ser cortos pero realistas, es decir, que se puedan cumplir con un esfuerzo razonable. Si te pones plazos demasiado cortos, puedes caer en el estrés, la frustración y la baja calidad. Si te pones plazos demasiado largos, puedes caer en la procrastinación, la distracción y la pereza.
  • Divide tus tareas en sub-tareas más pequeñas. Si tienes una tarea o proyecto muy grande o complejo, puede ser abrumador y desmotivador. Por eso, es mejor que lo dividas en sub-tareas más sencillas y manejables, que puedas completar en poco tiempo. Esto te ayudará a tener una visión más clara de lo que tienes que hacer, a medir tu progreso, y a mantener tu motivación.
  • Usa un temporizador para controlar tu tiempo y evitar distracciones. Esto te permite trabajar más concentrado y enfocado.
    Por ejemplo, puedes usar la técnica Pomodoro, que consiste en trabajar en bloques de 25 minutos, seguidos de pausas de 5 minutos. De esta forma, podrás aprovechar al máximo tu tiempo, y evitar caer en la tentación de mirar el móvil, las redes sociales, el correo electrónico, o cualquier otra distracción que te aleje de tu tarea.
  • Elimina o delega lo que no aporta valor. Muchas veces, hacemos cosas que no son necesarias o que no contribuyen a nuestros objetivos. Por ejemplo, revisar el correo electrónico cada cinco minutos, asistir a reuniones improductivas, o hacer tareas que podrían hacer otras personas. Estas cosas solo nos quitan tiempo y energía. Por eso, debemos eliminarlas o delegarlas, y concentrarnos en lo que realmente importa.
  • Revisa y mejora tu rendimiento. Al final de cada día, semana o mes, debes evaluar cómo has trabajado y qué resultados has obtenido. Así podrás identificar tus fortalezas y debilidades, y tomar medidas para mejorar tu rendimiento. Por ejemplo, puedes ajustar tus plazos, cambiar tus hábitos, aprender nuevas habilidades, o incluso, pedir ayuda.

Conclusión

La Ley de Parkinson es un principio que nos dice que el trabajo se adapta al tiempo que tenemos para hacerlo. Si tenemos mucho tiempo, lo usamos todo alargándolo y complicándolo innecesariamente. Si tenemos poco tiempo, lo simplificamos y nos concentrarnos en lo esencial.

Por eso, debemos aplicar la Ley de Parkinson a nuestro favor, y no en nuestro contra. Para ello, debemos definir nuestros objetivos y prioridades, establecer plazos más cortos y realistas, dividir nuestras tareas en sub-tareas más pequeñas, controlar el tiempo y evitar distracciones, eliminar o delegar lo que no aporta valor, y revisar y mejorar nuestro rendimiento.

Si sigues estos consejos, verás cómo tu eficiencia y satisfacción mejoran notablemente al ser más productivo. Y lo mejor de todo, tendrás más tiempo libre para dedicarlo a lo que más te gusta.

Si quieres compartir tu experiencia conmigo, puedes dejarme un comentario en este post o contactarme por correo electrónico. Me encantará saber cómo te ha ido usando la Ley de Parkinson.

Espero que hayas encontrado útil e interesante este texto. Y si quieres seguir aprendiendo sobre productividad y desarrollo personal puedes seguir explorando el contenido publicado en este blog.

Gracias por leer y hasta pronto.

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